Glorieta de Colón
No queda claro qué está ocurriendo en el PAN de la Ciudad de México, pues no contentos con haber perdido la elección para la Jefatura de Gobierno y que se perfila tendrán una bancada de diputados pequeña, ahora su líder moral, Jorge Romero, impulsa a su amigo Rafael Medina Pederzini para la dirigencia local del partido. Le guste o no le guste a Medina, exdiputado y ex coordinador de Gabinete de Romero en la Delegación Benito Juárez, lo único que recuerda la gente de su historial es el escándalo porque enfrentó un proceso penal en Brasil, en el contexto del Mundial de futbol de 2014, acusado de lesiones, por andar de peleonero. ¿Qué necesidad tiene el PAN de resucitarlo políticamente hablando, y lo peor al frente del partido? Esto solo va a darle armas a Morena en su contra, como si no fuera suficiente con la campañita del “cartel inmobiliario”, que mantiene en prisión a su ex coordinador de los diputados Christian Von Roehrich y algunos más andan prófugos de la justicia. Van a desaprovechar la oportunidad de que encabece el partido la destacada panista Luisa Gutiérrez, diputada local. La decisión está en manos de Romero y, aunque usted no lo crea, todo apunta que va en serio su apoyo al golpeador de Brasil 2014. Pues que con su pan se lo coman.
Consejo Ciudadano, credibilidad en riesgo
La futura jefa de Gobierno y los empresarios y fundaciones que financian al Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia deberían pensárselo más de una vez antes de que se le entregue su ‘reintegro electorero’ y repita en el cargo a Salvador Guerrero Chiprés, porque con eso que anduvo de ‘matraquero’ de la morenista Clara Brugada durante la campaña, perdió su credibilidad, es decir, ya no hay confianza de que cumpla su cometido de ser contrapeso para que la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, tal como fue concebido por López Obrador cuando creó ese Consejo. También hay altos directivos de ese Consejo que fueron comisionados por él prácticamente sólo para hacer campaña con Brugada, y que durante meses no se aparecieron en sus oficinas.