Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Si algo volvió a quedar claro en los últimos días en que Samuel García y Movimiento Ciudadano llevaron a la ingobernabilidad al estado de Nuevo León, es que los esquiroles de la ‘4T’ –lo mismo tripulados por la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, o por el primer mandatario Andrés Manuel López Obrador– son un fiasco, unos verdaderos inútiles.
Eso en lo que terminó Samuel García, en un tonto inútil, es lo que ha pasado con otros infiltrados, desertores o traidores que han trabajado para la causa de la llamada “4T”, pero sin poder cumplir sus planes perversos, pero al final fracasaron y simplemente exhibieron sus miserias.
Los casos más representativos en la CDMX: Sandra Cuevas, alcaldesa de la Cuauhtémoc; Adrián Rubalcava, de Cuajimalpa; Víctor Hugo Lobo, ex coordinador del PRD en el Congreso CDMX y otro diputado perredista, Jorge Gaviño, o el ex panista Gonzalo Espina.
El caso de Samuel García es bastante conocido. Su plan era, como candidato presidencial de MC hacerle el trabajo sucio al gobierno, en contra de la candidata de oposición, Xóchitl Gálvez. Pero fue tan mala su estrategia –si es que tuvo alguna–, que no sólo perdió la oportunidad de ser el abanderado a la Presidencia, sino que está a punto de también quedar fuera de la gubernatura de Nuevo León. Y lo peor es que hundió a la entidad en una crisis de gobernabilidad de la que no va a salir tan fácil en el corto plazo.
En la CDMX el caso más parecido al de Samuel García es el de Rubalcava, quien se aventó al barranco político y su panorama es que va a quedar en el ostracismo. El alcalde fue el ‘Caballo de Troya’ de Sheinbaum para reventar la elección interna de la coalición “Va por la Ciudad de México”, y terminó sin servirle a la presidenciable y además la exhibió. Rubalcava rechazó una candidatura al Senado que le ofreció el PRI, a cambio de quedarse en la oposición. No aceptó, y en cuanto designaron candidato a Taboada se lanzó contra éste, lo acusó –sin pruebas– de ser un delincuente y anunció su salida del PRI. Como no le ofrecieron nada claro en Morena, a los 3 días se arrepintió y dijo que se quedaría en el PRI, pero impugnó el proceso de selección de Taboada. Todo indica que Rubalcava también perdió ya Cuajimalpa, pues en la oposición no podrá incidir, y en Morena apunta que van a poner a su archienemigo Roberto Candia.
Sandra Cuevas también tuvo la misión encargada desde Morena de reventar la unción de Taboada –hasta quiso hacer las paces con Sheinbaum–, pero no lo logró y nadie ya después le hizo caso. Ninguna candidatura tendrá, ni la oposición, ni Morena, ni de MC, donde también la buscó.
El diputado Jorge Gaviño, acorralado por su administración al frente del Metro, se dobló y ofreció conseguir cuando menos cuatro votos para ratificar en la Fiscalía a Ernestina Godoy. No pasó del suyo. Igual el ex panista Gonzalo Espina, que incluso anunció una “desbandada” de blanquiazules a favor de Sheinbaum, además de que les prometió que 4 diputados del PAN votarían por Godoy. También hizo el ridículo. Por último, de esta primera lista de inútiles esquiroles, ahí anda Víctor Hugo Lobo, otro que fracasó en conseguir los votos de perredistas para Godoy, y sólo será el suyo, pues de lo contrario trae un tema muy importante de su evolución patrimonial. Falta ver qué tal le va al otro, a Salomón Chertorivski, candidato de MC a la Jefatura de Gobierno. De que es esquirol no hay duda, sólo falta ver si también termina siendo otro inútil. Lo veremos.